jueves, 28 de septiembre de 2017

LO QUE NO SE VE: ¿Por qué nos gusta chismear en Facebook?


Hace tiempo hice progresos interesantes en el gimnasio. Me daba pena platicar sobre esto, así que mantuve el asunto en secreto. Yo comía bien, dormía a mis horas e iba al gimnasio, y los únicos que sabían eran mi papá y mi hermano. Créeme, no lo vi venir: un día me fui a la facultad con una playera de papi, un poco más ajustada que lo que uso regularmente. Las reacciones fueron diversas. Casi todas eran opiniones de lo bien que me veía, algo que, debo aceptar, es nuevo para mí. «¿Qué te hiciste?», «¿qué te pasó?», eran algunas de las expresiones que escuché ese día. Sin embargo yo sentía que la estética de mi cuerpo era normal, pues me veo diario en el espejo. Mis compañeros no pudieron ver la transformación: no se los comuniqué, ni siquiera subí alguna foto a mi Facebook… nada. De todos los comentarios hay uno que resalta, el de mi amiga Claudia Chamorro (que seguro leerá esto). Ella no podía creerlo, pues tenemos buena comunicación y no le había mencionado ni un progreso con el ejercicio; sólo le dije que iba al gimnasio y ya. «Pero… te metiste algo, ¿verdad?», me dijo. Fue gracioso.

La comunicación también establece un parámetro en el transcurso de algún cambio. Cuando le informas a alguien de tus progresos en el gimnasio entonces la sorpresa al momento de verse después de algún tiempo va a ser proporcional: la otra persona ya tiene conocimiento de lo que pasa, ya sea porque tú o alguien estuvo comunicando el cambio.


Lo mismo sucede cuando alguien corta con su pareja. Una relación amorosa conlleva toda una parafernalia de sucesos que son informados a los amigos y familiares. El cambio, ya sea una escena de celos o lo emocionante del aniversario de bodas, es comunicado por los involucrados directos o por los demás, chismosos y tías incluidos. Se establece un parámetro del cambio, pero, ¿qué sucede en la actualidad con las páginas web de sociales? Facebook es el rey del parámetro del cambio. Una pareja que se une en ese estado de “En una relación” le comunica a sus “amigos”, sean cuales sean los contactos agregados, que están juntos. Fotos, videos y mensajes públicos y amorosos comunican que la pareja sigue junta. En cambio, indirectas y estados como “Es complicado” comunican problemas en el nidito de amor, hasta que el estado de “Soltero” establece el estado de ruptura de la pareja. Si alguien decide mantener en secreto, es decir, sólo comunicar ese tipo de sucesos cara-a-cara, entonces ninguno de los contactos en sus Facebook sabrá de esos parámetros, y después la sorpresa será mayúscula cuando sepan de los cambios que se den en la relación. Los comentarios entre personas que tienen en común a los involucrados también son actores importantes en este proceso comunicativo. Entonces lo que no se ve resulta ser ausencia de comunicación, un secreto, y no “mala comunicación”.

Este par de ejemplos son un absurdo si no se les comparara con algún tópico más importante: parecerían una charla preparatoriana entre la Lupe y el Yair. La aplicación intelectual que quiero proponer es la de dar nombre a la no asimilación de ciertas noticias extranjeras. Los sistemas de información tienen una línea editorial, esto es, sólo difunden las noticias que decide el poder, de la manera en la que desean y en el momento que deseen. Este proceso es de vital importancia, para el negocio periodístico, cuando se cubren noticias de conflictos en el extranjero. Casos como el de Cuba, Corea del Norte y Siria son ejemplos claros de lo que digo. La escasez de comunicación directa con dichos países hace complicado un análisis del panorama que viven en la actualidad. Sólo veamos cómo, a partir de que el gobierno de Estados Unidos abrió las relaciones diplomáticas con el gobierno de Cuba, hay espacios en blanco que empiezan a ser llenados con información más clara; ahora podemos saber un poco más sobre los parámetros del modo de vida de los cubanos, como individuos y como nación.


Si algo no se ve no significa que no exista, tampoco lo contrario. Sólo una disposición, una decisión del que comunica, es la que cambia el entendimiento y conocimiento de algún fenómeno, disminuyendo la sorpresa sobre cómo vive un país, asemejándonos a ellos más de lo que imaginábamos; sabiendo qué físico tiene algún amigo, resultado del gimnasio; o enterándote de quién engañó a quién, quién se mudó con su novio o a quién nos lo batearon. Recalco: sentimos un impulso por establecer parámetros de cambio en algún proceso, o sea que sentimos necesidad por saber cómo luce lo que no se ve.

Fotomontaje de portada: imágenes encontradas en internet.

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