miércoles, 18 de abril de 2012

Imagina el principio y su final

¡Ah! ¡Qué recuerdos! Revisando mis antiguos escritos y leyendo de una “pasada” me di cuenta que hasta eso no escribía tan mal cuando era más amateur. Supongo que esto último lo digo en un intento de salvar mi prestigio como escritor. De igual forma hoy les comparto este fragmento de Triste historia de amor, una novela que iba sacando por tomos vía MSN (y pensar que ahora casi nadie lo usa) que nunca vio la luz como obra completa ya que tiene un final triste y cursi, y que ahora lo titulo Imagina el principio y su final. ¡Espero sus comentarios!

 Luis caminó algo rápido para alcanzar a un grupo de muchachas que estaba caminando hacia la tiendita, después anduvo lento y al final se detuvo. 
—Oye, amiga, Jazmín, acá atrás, quisiera hablar contigo—susurró Luis lo suficientemente fuerte para que todas las amigas de Jazmín se enteraran del llamado. 
— ¡Hola! ¿De qué quieres hablar…este…? ¿Cómo te llamas?— preguntó Jazmín. 

 Y entonces, tuvo lugar en el tiempo que Ángel, José y Jair conocieran quien era Jazmín… y ahora de frente. 
Dice el diccionario: AMOR. (Del lat. amor, -ōris). m. Sentimiento intenso del ser humano que, partiendo de su propia insuficiencia, necesita y busca el encuentro y unión con otro ser. || 2. Sentimiento hacia otra persona que naturalmente nos atrae y que, procurando relación en el deseo de unión, nos completa, alegra y da energía para convivir, comunicarnos y crear. 

Algo parecido le había pasado a Ángel, claro, el significado no expresa lo que se siente, tampoco que es el amor a primera vista, pero sintió que se le salía el corazón cuando la vio.
 — ¿Con ella quiere el “changogli”? No está nada mal…— comentó Jair. 
—Se ve medio güila, pero está a todo dar— arremetió José. 
 Dice el diccionario: Güila. F. C. Rica. Escarabajo grande, negro por encima y amarillo hacia atrás. 2. vulg. Méx. Prostituta.
—Este… está guapa…— dijo Ángel no esperando respuesta negativa ni positiva por parte de sus amigos. 
— ¡Ah! ¡Hola! ¡Me llamo Luis!— gritó— Bueno… realmente el motivo de mi… ¿Platica?... Bueno quería hablar contigo porque te iba a preguntar algo… 
— ¿Qué?— dijo Jazmín disimilando el hecho de que ya sabía cual era el cuestionamiento por preguntar. 
— Pues que si tú… — empezó Luis nervioso, todavía con la hoja del poema y la bolsota atrás—… ¿Quisieras andar conmigo? 
— ¡Ay! Fíjate que tengo… novio, claro, esta en la escuela… de hecho va en tercero… 
— ¡Ah! ¡Bueno en ese caso… que bien por ti!— dijo Luis con tanto odio y tristeza que Ángel supo lo ocurrido— ¿No me puedes dar una oportunidad? 
— ¿Qué? ¡Tengo novio! 
— ¡Ándale! ¡Ni te ha de querer! 
— ¡No! ¡Y aunque no tuviera novio, no andaría contigo! 
— ¿No me das ni una oportunidad? Mira, hasta te hice esto… —Luis extendió su mano con el poema y el graffiti, Jazmín lo arrebato irritada, pero no lo miró, solo se sostuvo del brazo de una de sus amigas. 
— ¡No, no me gustas! Deja de estar molestando ¿si?— gritó Jazmín. 
— ¿Por qué no?— dijo Luis como si no hubiera pasado nada, como si no lo hubieran rechazado todavía. — ¿Tienes algún problema conmigo? ¡No! ¿Verdad? ¡Vete!— Jazmín finalizó su frase con un ademán que le indicaba a Luis “lárgate”. 
Luis regresó hacia donde estaba Ángel para contarle todo lo que pasó en un breve: 
—No quiso, me rechazaron, no sirvió tu plan “perfecto” ¡Has lo que quieras con los regalos!— y tirando la bolsa imponente llena de puros regalos para Jazmín, Luis se fue como si no le hubiera pasado nada. 
— ¡Este fue tu gran error: no haberle dado los regalos! ¡Ni siquiera vio la hoja!— gritó Ángel al ver que el graffiti no estaba en la bolsa ni en la mano de Luis. 
 Al ver esta situación Ezequiel, el cual estaba cerca de la zona del suceso, se acercó a platicar con Ángel. 
— ¿Si o no le dije que no dijera que ama cuando en realidad no lo siente? 
—Cierto, pero no viste lo que hizo— dijo Ángel en un tono un tanto irónico. 
 —Oye, de veras, ¿Quién es Jazmín?, bueno ¿Qué hizo el “changogli”?— dijo Ezequiel sabiendo que Luis no era muy inteligente— ¿No le dio los regalos de la mañana? Que tontería. 
— ¿Lo puedes creer? Esa es una verdadera estupidez— pugno José― si de por si no tiene buena pinta, ahora sin un regalito pa’ convencer. 
—Si llevarte los regalos es lo que quieres Ezequiel, por mí no hay ningún problema, es tu regalo, ¡Felicidades!— dijo Ángel agitando sus brazos horizontalmente— Eso sí, dame un ramo de rosas… al fin y al cabo son dos ¿va? 
 Ezequiel asintió y sacó de la bolsa uno de los ramos para dárselo a Ángel, después de un gracias, Ezequiel se fue caminando feliz con la bolsa un poco menos voluminosa, mientras Ángel lo perseguía con la mirada, vio que Araceli se estaba dirigiendo a las canchas, con lo que Ángel le gritó. 
— ¡Araceli…!— Ángel se llevó una gran desilusión al ver que ella le dio un beso a Luis.

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